El Curioso Caso de la Hashgachá Pratit y el Marco de Fotos Digital
A veces, las historias más pequeñas y los detalles más insignificantes revelan los conceptos más grandes e importantes. Y un simple momento, nos trajo una lección maravillosa sobre Hashgachá Pratit.
En resumen… ¿Escuchaste el chisme de que ahora tenemos una escuela hebrea? Todos los domingos, en diferentes horarios, los estudiantes se reúnen con el Rabino Moishe para aprender sobre la Torá y el judaísmo juntos.
El domingo pasado, hace una semana, ocurrió un momento maravilloso. Un grupo de estudiantes estaba estudiando la Torá en la casa de uno de los estudiantes (un estudiante que quizás esté relacionado con quien escribe). Estaban estudiando frente a una estantería con un marco de fotos digital, en el cual se van alternando unas 5,000 fotos de la familia cada 30 segundos.
En un momento de la lección, el Rabino Moishe les dice a los jóvenes estudiantes: “¿Recuerdan cuando vine a su casa el año pasado y traje una Torá para mostrarles?”.
Tan pronto como dijo eso, uno de los estudiantes jóvenes señala el marco de fotos digital y exclama con emoción: “¡Miren — una foto de ese momento acaba de aparecer en el marco de fotos digital!”.
Y tenía razón. De las 5,000 fotos que se rotan en el marco de fotos, esa foto de ese momento exacto estudiando una Torá en esa misma casa hace un año, apareció en el marco de fotos.
¡Qué coincidencia! Los matemáticos y estadísticos probablemente puedan demostrar que hay una pequeña probabilidad de que eso sea realmente estadísticamente aleatorio. Pero para nosotros, los no estadísticos, fue sólo un momento lleno de asombro.
Y también fue una oportunidad para que el Rabino Moishe nos enseñara a todos sobre “Hashgachá Pratit”, que generalmente se traduce como “providencia divina”. Es, en resumen, cómo HaShem nos muestra que siempre está presente, siempre observando, siempre ayudándonos, revelándose en estas pequeñas coincidencias por doquier.
Pero hay un pequeño regalo en Hashgachá Pratit, que yo agregaría a la sabiduría del Rabino: una vez que comenzamos a prestarle atención, está en todas partes. Es un poco similar al Efecto Baader-Meinhof: una vez que te das cuenta de que existe, está en todas partes. Quizás Baader-Meinhof sea sólo el rebranding de la Hashgachá Pratit.
PD: ¡Por supuesto que capturamos ese momento con una foto!