¡Es Tu Cumpleaños!

El establecimiento de un “calendario judío” fue la primera ‘mitzvá’ (el primer precepto) que Di-s le dio a la nación judía. Este calendario tan singular está basado en el ciclo lunar, pero se ajusta en forma ocasional para que permanezca sincronizado con el ciclo solar y las estaciones del año.

Por lo tanto, de un año a otro, la fecha del calendario judío fluctúa con respecto a los demás sistemas de calendario, pero siempre mantiene una proximidad en cuanto a las fechas con el calendario gregoriano, que es el que se usa comúnmente. Por ejemplo, si tu cumpleaños secular es el 15 de junio, tu cumpleaños judío siempre va a caer cerca de esa fecha, semanas más, semanas menos.

Por esta razón, es complejo saber con exactitud la fecha de los cumpleaños judíos. Y precisamente eso es lo que nos incentivó a llevar a cabo la tarea de confeccionar certificados de nacimiento de acuerdo al calendario hebreo.

En el año 1988 el Rebe Rabí Menajem Mendel Schneerson inauguró la “Campaña del Cumpleaños Judío”. El Rebe nos pidió que aprovecháramos al máximo el día más especial de nuestras vidas. El día del cumpleaños es el día en el que reafirmamos la misión que nos encomendó Di-s: prosperar y santificarnos a nosotros mismos, así como también al mundo que nos rodea.

Cientos de años después de aquel suceso, en la mayoría de las comunidades sefardíes sigue vigente la costumbre de cantar un poema llamado “Yehi Shalom Behelenu” cada vez que se celebra el Berit Milá de un nuevo varón judío.

El “Yehi Shalom Behelenu” es un poema cabalístico de autor desconocido —podemos inferir su nombre sólo por el acróstico conformado por sus iniciales: “Yehoshua”—, que consiste en desearle las más lindas bendiciones a las nuevas almas para su jornada.

Un tiempo atrás, cuando estábamos diseñando los certificados de nacimiento hebreos, nos preguntábamos con qué palabras debíamos coronarlos. Tenía que ser algo especial, algo distinto, y con un profundo significado.

Terminamos eligiendo la segunda frase de aquel poema cabalístico para dar inicio a los certificados:

«BeSiman Tov Ben Ba Lánu, Beiamav Iavó HaGoel!»

Traducción: «¡Con buena señal nos ha venido un hijo, en sus días vendrá el redentor (‘mashiaj’)!»

Y luego la adaptamos gramaticalmente para los certificados de nacimiento de las hijas, por supuesto.

La elección de este fragmento simboliza dos cosas:

  1. En el judaísmo, cada alma, cada bebé que viene al mundo es una buena señal, un verdadero regalo de HaShem. Como el mismísimo Rebe explica: «El día en que alguien nació es el día en el que HaShem dijo: “El mundo no puede existir sin vos.”»
  2. Desde el primer suspiro, cada judío demuestra su anhelo por la meta final, la era mesiánica, en la que no habrá más guerras ni sufrimiento, y finalmente completaremos nuestra misión: la revelación de HaShem a todas sus amadas criaturas.

¡SheBeiamenu Iavo HaGoel!

Sobre el Autor:

Moishe Brand se crió en São Paulo, donde su padre dirige una Casa Jabad. Es el Rabino del Minián Hebraica (Autogestionado) en la Sociedad Hebraica Argentina, y su esposa Michal es la Rebetzin. Es famoso en Hebraica por su empatía, su buen corazón, su profundo conocimiento, su pasión por enseñar la Jasidut y sus habilidades mágicas con la guitarra.