La Pluma del Alma

“Pues la lengua es la pluma de la mente, y la canción la pluma del alma.”

El Judaísmo siempre ha sido imbuido de cánticos y canciones, a lo largo de toda su historia. Luego de la travesía del Mar Rojo, los Iehudim ya comenzaban a alabar a HaShem a partir del “Cántico del Mar”. En el tabernáculo, durante los 40 años en el desierto, los levitas cantaban y tocaban canciones, así como sucedería después en el Templo de Salomón y en el Segundo Templo.

Cuando surgió el Jasidismo, la música recuperó su lugar especial durante el servicio a HaShem. Fue en ese momento cuando surgieron los famosos Nigunim Jasídicos, como expresiones de los más profundos sentimientos a HaShem.

Algunos Nigunim describen la amargura que despierta en el alma el profundo anhelo por HaShem. Otros expresan la infinita alegría que suscita la conexión con el creador.

La música tiene ese poder especial de conectar a los oyentes con el estado del alma del compositor, tanto para el bien como para su opuesto.

Cuando uno escucha un Nigún, se conecta con las más puras experiencias de las personas elevadas.

 

Así que… ¡Escuchá Nigunim! ¡Disfrutá, inspirate, vivenciá!

Sobre el Autor:

Moishe Brand se crió en São Paulo, donde su padre dirige una Casa Jabad. Es el Rabino del Minián Hebraica (Autogestionado) en la Sociedad Hebraica Argentina, y su esposa Michal es la Rebetzin. Es famoso en Hebraica por su empatía, su buen corazón, su profundo conocimiento, su pasión por enseñar la Jasidut y sus habilidades mágicas con la guitarra.