¡Más que un Judío Feliz de Usar un Sidur, un Sidur Feliz de Ser Usado por un Judío!

Con enorme alegría comunicamos que la semana pasada recibimos una donación de nuestros queridos miembros Sefardíes del Minián Hebraica, de una gran cantidad de Sidurim Sucat David, para ser usados tanto en Shabat como durante el resto de los días de la semana.

Algunos Shabatot habíamos tenido tal concurrencia en el Minián, que no habían suficientes Sidurim Jabad para todos, y el propio Rabino tuvo que terminar utilizando el Sidur Sefardí.

A propósito de esto, hay una Halajá muy interesante (quizás un poco delicada) que dice que alguien que reza usando el Sidur Asquenazi puede pasarse al rito Sefardí, pero que alguien que usa el Sidur Sefardí no puede pasarse al rito Asquenazi.

El motivo de esto es que el rito Asquenazi fue diseñado de acuerdo a las reglas Talmúdicas y Halájicas pero sin tomar en cuenta las reglas Cabalísticas. El rito Sefardí, en cambio, fue creado a partir de las reglas de la Kabalá. El rito Jabad, a pesar de ser un movimiento originalmente Asquenazi, fue compilado por el gran Tzadik y Kabalista Rabino Shneur Zalman, el primer Rebe de Jabad. Por lo tanto, el rito Jabad también sigue las reglas de la Kabalá, siendo, así, muy similar al Sefardí.

Por otro lado, todos sabemos que el rito es muy importante, pero es secundario. Lo que importa, al final de cuentas, es la concentración con la que se lleva a cabo el rito, y, por supuesto, la conexión con HaShem a la hora de hacer la Tefilá.

Como nuestros sabios nos han enseñado:

“Tefilá sin Kavaná (‘el rezo sin intención’) es como un cuerpo sin alma.”

Agradecemos profundamente a la comunidad Ieshurun por esta donación tan especial para nosotros, y, en el espíritu de retribuir, de alguna manera, su enorme generosidad, les hemos enviado una hermosa tarjeta de agradecimiento, diseñada por nosotros mismos, especialmente para la ocasión.

¡Que las palabras de esos Sidurim inunden los cielos y traigan todas las Berajot (“bendiciones”) sobre Am Israel, incluyendo la más grande Berajá de todas: el advenimiento de nuestro anhelado Mashíaj!