Un Sefer Torá en Hebraica

“Moshé Rabenu ordenó a los judíos que leyesen la Torá todos los Shabat, así como también todos los lunes y jueves para que no pasen tantos días sin escuchar la Torá”. Así escribe el RaMBaM, el famoso Maimónides.

Nuestra tradición milenaria fue transmitida de padres a hijos, no sólo a través de corazón y mente, sino que también a través de pergamino y tinta. Cada línea, cada palabra fue transcripta, con cuidado y precisión, del original, escrito por Moshé Rabenu para transmitir la palabra de HaShem.

Podemos encontrar rollos de Torá de cientos (hasta miles) de años que coinciden al cien por ciento con nuestros Sifrei Torá. La razón de esto es que un Sefer Torá no pertenece a los estantes o vidrieras, sino que su lugar es sobre el púlpito, para ser leída tres o cuatro veces por semana por su pueblo: hombres y mujeres, jóvenes y adultos, padres e hijos.

Esa cadena milenaria llegó hasta Hebraica. Todos los Shabat tenemos el honor de escuchar las palabras sagradas de la Torá.

Es por eso que todos los Sábados, alrededor de las once horas, en el Salón “Doradito” de la Sede de Pilar de Hebraica, tenemos la oportunidad de escuchar la lectura de la Torá.

Agradecemos enormemente a la Beit Jabad Iarjo por su préstamo de esta reliquia tan especial, que nos permite cumplir con el pedido de nuestro maestro Moshé.

(¡Y que pronto podamos tener nuestro propio Sefer Torá!)

¡Que las palabras de la Torá inunden nuestros corazones, guiándonos en su camino eterno!